Sueños encontrados en la luz de un pasado lejano, cuando la noche abre sus puertas absorbe mi cuerpo dormido. La mente no se cansa de hilar sueños de vida y a veces de muerte, me encuentro en otros tiempos que despierta desconozco, me siento sola y perdida. Mi mente sigue avanzando por lugares que nunca he pisado, mi alma atenta es sabia, se queda con todo lo que sucede y cuando despierto me acuerdo de todo, como por ejemplo este sueño de vida. Yo era una niña china cuyos padres me vendieron a un emperador que vivía en lo alto de una colina, recuerdo el color rojo por todas partes del palacio y una sala grande donde jugaban niños y niñas como yo, en mi sueño seguía pasando el tiempo, un día decidimos escapar, cuando tienes diez años corres muy deprisa, al llegar al gran portón unos perros nos cortaron el paso. Un hombre chino muy alto y fuerte apareció, él nos abrió el portón por donde escapamos y los perros se quedaron quietos. Os aseguro que no es un cuento, solo fue un sueño. Algun día os seguire desvelando mis sueños.
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