La felicidad nos acompaña cada día en muchas pequeñas cosas, que a veces no sabemos ver, es silenciosa y de discreta sonrisa, es invisible pero esta a nuestro alrededor.
Una flor permanece feliz regalando su fragancia, mientras sus raíces viven en la tierra amada. La frágil sombra de una niña, se refleja en el espejo del agua de un pequeño río,
está jugando tranquila llena de felicidad, va tirando pequeñas piedras que forman distintos círculos, que a su vez sirven de espejo a las nubes para ahuecar sus contornos que parecen de algodón, unas son de color rosa, otras azules y alguna blanca, también ellas son felices. ¿quizá la felicidad solo es una palabra que perseguimos? O en realidad nos lleva la alegría hasta el corazón, yo creo, porque soy muy positiva, que la felicidad permanece a nuestro lado, solo hay que buscarla dentro de nosotros mismos.
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