Parezco ser una persona segura de si misma, pero si pudiera me escondería bajo tierra.
Algunos me consideran valiente, y me derrumbo cuando mi mundo interior tiembla.
La vida me rodea con sus fantasmas, y en estos momentos no puedo reírme de ellos, porque yo sigo arrastrando el peso de mis cadenas, soy, seré y he sido luchadora, aunque el enemigo es mi propia persona. Me siento sola y la soledad es muy difícil de llevar con una sonrisa en los labios; ando, sufro, porque no puedo dar todo lo que llevo dentro, lloro por la falsedad, la injusticia y la incomprensión. La realidad es que la perfección no existe en el camino de la vida, la rosa tiene olor, pero también tiene espinas que te causan dolor. Hoy estoy en un cruce de caminos y no sé por cual andar. Quiero beber de la fuente de la alegría amar y vencer esta vieja melancolía.
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