La juventud día tras día, se aleja de mi vida, me ha dejado sola mirándome al espejo.
Mis ojos apenas me reconocen, ¿tanto a volado el tiempo? Y yo, no me he dado cuenta.
¡Caramba! Ya soy una anciana, pero.."No me siento como una viejecita" Mi corazón me llena de hermosos sentimientos, mi mente trabaja día tras día; juega, habla, piensa, formando palabras en páginas blancas, que se transforman por mi ilusión, en cuentos
llenos de fantasía. Bajo de mi nube particular y me pregunto: ¿soy en realidad una anciana? No quiero engañar a nadie, ni mucho menos a mi misma. Yo sé los años que viven en mi cuerpo, y entonces sigo preguntándome ¿porque en mi interior me siento niña?.
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