Dejad niños que entre en vuestros sueños sin despertaros,
aunque sé que para alguno, es un paraíso prohibido;
pero yo puedo alcanzar para vosotros, la luna con mis manos,
os prometo que andaré de puntillas sin hacer ruido.
Traeré conmigo el aire, que tiene la fragancia de la vida,
seré la ninfa de pequeñas alas, que os deja flores en la almohada;
no sin antes quitarle las espinas, no quiero que vuestra cara resulte herida,
me convertiré en mar para agradaros y os bañare con espuma salada.
Desde vuestra mente, me llega una risa que suena a campanillas,
vuestros ojos, me buscan en los rincones grandes y pequeños;
de la oscuridad surge la luz,¡no temáis! No es ninguna pesadilla,
soy yo, la fantasía que esta en vuestra mente, y le da forma a vuestros sueños.
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