lunes, 26 de octubre de 2009

Retazos de mi segundo libro

El rey Aike, les pidió a Homor y a Celin que se quedaran en palacio junto al mago elfo Toxan y Cabeca la bruja buena. Le faltaba llamar a Nava, pues era otra mente sabia, así lo habían acordado. -Melocar amigo, se que estás cansado del viaje pero tengo que pedirte otro favor, pásate por casa de Nava y dile que venga a palacio con sus niñas.
-Majestad no os preocupéis, nosotros las traeremos, nuestro cansancio no importa, además sin querer ofender volamos más rápidos que los hados, y giró su hocico riéndose jujuju...-perdón no era mi intención. Y su cara de caballo se ruborizó avergonzado.
La risa como sabéis es contagiosa, todos los allí presentes se reían de buena gana, al final el rey intento hablar pero le costo un rato. -Caramba Melocar que sorpresa hemos tenido contigo, no amigo nuestro orgullo no ha sufrido ningún daño, además tienes toda la razón, la prueba la tengo con este viaje, hemos llegado con dos horas de adelanto.Estamos asombrados, es la primera vez que vemos reír y ruborizarse a un caballo halado, soís parecidos a nosotros, tenéis sentimientos y esto es maravilloso, nos enorgullece ser tus amigos.

viernes, 16 de octubre de 2009

Palabras del maestro espiritual Eckar Tolle

El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.
Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto.
El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de la vida.
Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y <> como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado -defender la posición mental con la que te has identificado- se debe al miedo a la muerte-

jueves, 15 de octubre de 2009

Las tres niñas. Poesía

Extendí mi mano con los ojos cerrados,
atraje hasta mí, retazos de tres vidas anclados en mi memoria;
las risas, los secretos y la ternura se posaron a mi lado,
y las tres niñas del ayer, las convertimos en historia.
En el rojo atardecer de nuestras vidas,
al fin nos hemos encontrado;
unos hilos invisibles han sido nuestros guías,
todavía el tiempo los sostiene en sus manos.
Durante muchos años, fuimos como trenes que se cruzan en la noche,
volando sobre rieles sin salir de su camino;
así fuimos nosotras, siguiendo cada una su destino,
y hoy al vernos, de nuestra boca no salió ningún reproche.
Conseguimos algo muy deseado, las tres en un momento,
juntamos con un abrazo, la realidad con un toque de fantasía,
atravesamos hacia atrás el túnel del tiempo;
para sentirnos niñas, subiendo con el pie derecho uno a uno, los frágiles peldaños,
de una escalera de cristal, llamada vida.
C.S. 1993

miércoles, 14 de octubre de 2009

Enseñanzas del maestro Eckhar Tolle

Cuando escuchas el pensamiento, sientes como si hubiera una presencia consciente - tu yo profundo- por debajo o detrás de él. De este modo el pensamiento pierde su poder sobre ti y se disuelve rápidamente, porque ya no energetizas tu mente mediente la identificación con ella. Es el principio del fin del pensamiento compulsivo e involuntario.
Cuando el pensamiento se aquieta, experimentas una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de <>. Al principio las brechas serán cortas, tal vez duren unos segundos, pero gradualmente se irán prolongando. Cuando ocurren estas discontinuidades, sientes cierta quietud y paz dentro de ti. Es el principio del estado natural de sentirte unido al Ser, generalmente nublado por la mente.
Con la práctica, la sensación de quietud y de paz se va ahondando.De hecho esa profundidad no tiene fin. También sentirás una sutil emanación de alegría elevándose desde lo más hondo de ti: la alegría de Ser.

martes, 6 de octubre de 2009

Para ti Encarna.Esta poesía

Con los ojos cerrados y llena de imaginación,
me han crecido alas para volar;
mis manos, han tocado una estrella con ilusión,
al abrir mis ojos,vi que la luna me quería acunar.
Era muy feliz en su regazo,
yo era una hada mujer, que se sentía niña;
mi amiga luna, me dijo algo que yo no sabía,
me hablo de ti, de tu cumpleaños, ¡Ella lo sabe todo!
Y aunque no sé si estoy soñando, te felicito a mi modo.

Con todo mi cariño C.S.

viernes, 2 de octubre de 2009

Palabras del maestro espiritual Eckar Tolle

Centra tu atención en el ahora y dime qué problema tienes en este momento.
No me estás dando ninguna respuesta porque es imposible tener un problema cuando tu atención está plenamente en el ahora. Hay una situación que tiene que ser afrontada o aceptada, eso sí. Pero ¿por qué convertirla en un problema?
Inconscientemente, a la mente le encantan los problemas porque te dan cierta identidad. Es algo normal; y es una locura. <<>> significa dar vueltas mentalmente a una situación sin tener verdadera intención o posibilidad de hacer algo al respecto ahora. Inconscientemente estás haciendo del problema parte de tu identidad. Acabas sintiéndote agobiado por tu situación de vida que pierdes la sensación de la vida, del Ser. O llevas en tu mente la pesada carga de un centenar de cosas que tendrás que hacer en el futuro, en lugar de centrar tu atención en lo único que puedes hacer ahora.