martes, 16 de febrero de 2010

Una parte del poema- Del rosal de la vida


No hay rosal sin espinas, ni alegría sin pena,

la lección llevo aprendida, la vida es quién me enseña.

La vida tiene dos caras, una festiva y hermosa;

más "cuidado" tiene espinas como la más bella rosa,

la otra es traicionera y engañosa, no te puedes descuidar,

anda pisando muy fuerte; que no te pueda ganar.

Si eres lista y decidida de ágil mente y condición,

le ganarás la partida, sin perder nada en tu acción.

Con la experiencia adquirida, a través de tanto tiempo;

sabrás separar "Rosa y Espina" con un suave movimiento.

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