Me gusta la danza del fuego en la chimenea,
la chispas que juegan con las llamas;
el olor a leña que se va quemando poco a poco,
siento que estoy en mi hogar, y cierro mis ojos.
Sueños de niña recorren mi mente y mi cuerpo,
quieren seguir el humo que rápido se escapa;
como si fuera un juego, por el camino plateado del cielo.
Tengo los pies fríos, el alma templada,
el corazón ardiente, y los ojos fijos en las rojas llamas;
esta tarde de frío, poco a poco se adormece,
esperando dar paso a la noche, que pronto aparece.
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