Envejecer día a día, pero muy juntos los dos,
es la mejor alegría, que nos pueda mandar Dios;
de tu brazo por la vida, es como yo quiero andar,
fuertemente bien cogida, pues mi paso es inseguro
y me puedo tambalear. Cuando nos llegue el momento
que tengamos que partir, cuando la luz de nuestra vida;
se tenga ya que extinguir. Déjame ir por delante,
es tanto lo que te quiero, que sin ti en este mundo;
ya no podría vivir.
Para mi esposo 2-11-1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario