Por el suelo los castillos, que yo formaba en el aire,
se han derrumbado mis sueños, y la dura realidad;
me dice, que no soy nadie. He andado mucho tiempo
y en un cruce de mi vida, me encuentro en este momento.
Me siento tan indefensa, como un niño en su cuna,
mi destino es un camino, que no va a parte ninguna.
Quisiera ser diminuta, como una mota de polvo,
y no tener que existir. Más como eso es cobardía;
tengo que hacerme la fuerte y ser mujer y vivir.
Año 1988
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