Veo un futuro labrado de estrellas,
por caminos de oro y plata;
en medio hablando con ellas,
mi ansiedad, mi ilusión y mi alma.
Quiero cerrar los ojos, sonreír,
y en tal confianza, deseo ver un mundo feliz,
hasta donde mi ansiedad alcanza.
Mi ilusión que brota de dentro,
cierra el paso al jinete de la desgracia;
mi alma firme va a su encuentro, lo acosa, lo aleja,
al fin venció la constancia.
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