lunes, 2 de agosto de 2010

HABLANDO CON DIOS

Señor, sé por mi madre que mientras yo nacía, el ruido de las bombas acompañaban mi llanto, que mi cuerpo pequeño era tan arrugado como una pasa, que encima de mis orejas crecía un fino pelo. La persona que me ayudo a nacer, estaba tan nerviosa, que un poco más me deja ciega, estoy segura que el ángel que tú me asignaste, fue quién hizo que mi pequeña mano tirara las gotas al suelo, aquella persona que me había sacado del vientre de mi madre me las iba a poner en los ojos, cuando en realidad eran para el ombligo. Quiero creer que aquél ángel de antaño sigue a mi lado. Si dios mío, ya sé que tengo mucha imaginación, mas no veo a mi compañero alado, pero siento cada día como me da su aliento cuando mi cuerpo está enfermo o muy cansado, él me da la fuerza para seguir adelante por el camino de esta vida. Miro a mi alrededor, levanto la vista al cielo, me sonrío, y desde el fondo de mi corazón, a ti señor y a él, mi viejo acompañante desde que nací "os doy las gracias".

1 comentario:

  1. Carmen, no sabia eso de las gotas, con la de veces que me has contado que cuando naciste estaban bombardeando y se te olvida lo de las gotas!! ay que ver!! jejeje. muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar