martes, 27 de julio de 2010

MI PADRE

No existe el ser perfecto, nadie lo es aunque crea serlo, mi padre no lo fue nunca
precisamente por ser humano. Pero era tan especial, tan cariñoso, tan comprensivo. La vida nos separo, él estaba muy lejos de mí, no obstante siempre tenía noticias de su andadura por el camino que le marcaba su destino. Yo era su hija, su sangre y su vida, pues con solo saber de mí era feliz. Siempre recordaré la marcha precipitada de mi lado, me abrazo con lágrimas en los ojos y me dijo: -Te quiero mi princesa del alma, pero no puedo llevarte conmigo, tu lugar esta al lado de tu madre, me llevo esta foto tuya donde miras de frente, siempre la llevaré conmigo muy cerca de mi corazón. Me abrazo muy fuerte y se fue. Eran cosas de otros tiempos, pero hoy también ocurren y seguirá pasando hasta en las mejores familias. Mi padre era un gran trabajador, según decía siempre mi madre, él pasaba de caprichos, un familiar lejano en una carta nos decía que comía lo justo y necesario y así podía mandar mil pesetas para mí de vez en cuando. El corazón se me ablanda cuando hablo de él, aunque sea ya una abuela, perdí a mi padre, cuando este tenía cincuenta y ocho años se murió, hoy yo lo supero en edad, sé que idealice su persona, ame a mi padre y le seguiré amando hasta que me muera. No fue perfecto, pero me pregunto ¿quién lo es?

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