lunes, 16 de agosto de 2010

LA VEJEZ

Cuando me he dado cuenta de que la vejez me esta esperando a la vuelta de la esquina, quiero mirarla cara a cara con una sonrisa, aunque la nostalgia de los años pasados me llega al alma. El tiempo no envejece, hace envejecer, él no se para nunca, siempre está atareado, siempre sigue adelante. Me mira de frente para que yo me vea en el espejo de sus ojos, me desafía a cada instante; pero yo pienso que mientras vaya cumpliendo años estoy viva. Puedo soñar todavía y trenzar ilusiones sobre el cristal del tiempo, no necesito tener veinte años para hacerlo, ni hay ninguna ley que lo prohiba.Quizá si soy sincera puedo decir que en algunos momentos de mi vida, cierro la ventana de mis sentimientos por miedo a que me hagan daño en algún momento. Llevo muchas cicatrices en mi alma, cada una de ellas es una historia vivida, retazos de un pasado que no fue especialmente de alegría. Sé que alguna vez me he sentido perdida y me he agarrado fuertemente al gran árbol de la vida. También sé que tengo que dar un paso hacia adelante, aunque sea tan pequeño como el de una hormiga, haciéndolo cada día, llegaré al lugar donde pueda soñar con libertad y alegría todo el tiempo que me quede de vida.

1 comentario:

  1. Hermoso pensamiento sobre el proceso de envejecimiento, sobre nuestro tránsito por la vida. Tan efímero como el tiempo.

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