Era la primera vez en el país de las hadas, que la voz de la madre naturaleza hablaba directamente con un rey, sabían que las minúsculas estrellas, habían separado el árbol de la vida de la cabeza de su amiga. Mirando todos por los grandes ventanales de palacio, sus ojos llenos de añoranza se dirigían hacia el bosque, el cielo y las montañas, la voz interior de cada uno se preguntaba ¿dónde estará? Pero pensaron que entre sus corazones y el de ella, no habría demasiado distancia, seguro que el tiempo iría rápido acortando los días, dando marcha atrás, hasta que su amiga volviera a nacer en el lugar que le pertenecía. ¡El gran bosque! El rey Aike -dijo- emocionado. -Este donde este, se encuentra en buenas manos, demos gracias a nuestra madre naturaleza por el gran regalo que nos hace, el nuevo nacimiento de nuestra mejor amiga, la voz del bosque, que esta vez se llamará Daniela. Distinto nombre pero, el mismo ser con su amor y sabiduría. Gracias espíritu de la bondad que velas por todos nosotros.
-Viento corre a dar la noticia a nuestros amigos del bosque, a la tierra de los elfos de Ciervila, a todos los Solcanos y al bosque de las brujas.
El viento obedeciendo la orden real, dejo caer la noticia sobre el bosque y sus habitantes, para ellos, era como si la suave pluma de un pajarito les hiciera cosquillas en el corazón. Reían y lloraban al mismo tiempo, nunca perdieron su fe ni su esperanza, su serenísima majestad volvería en forma de bebe, gracias a la madre naturaleza que escucho con amor sus oraciones.
Después me fui a la tierra de los Tridios y forme con una suave brisa, el mensaje en el techo del cielo. -Dentro de unas semanas, volverá a nacer nuestra querida voz del bosque-. Gracias a todos por vuestra ayuda.
Luego pensé, cogiendo aliento y estirándome más deprisa, me presentaré en tierras Elfas y así lo hice, cuando llegué soplando suavemente, escribí con letras grandes en la arena de delante del castillo.¡Nuestra voz del bosque salvada! Volverá dentro de poco tiempo con distinto nombre pero será ella misma. Gracias por ayudarnos. La reina antes de que yo partiera salió corriendo del castillo y -dijo- gracias a ti viento por traernos tan buena noticia.
ya que estaba allí decidí llegarme hasta el bosque de las brujas. Me cruce en el camino con abuelos que volaban con sus escobones llevando de paseo a sus nietos y nietas. Afloje la marcha, pero como todos sabéis soy muy inquieto y empecé a correr, eso amigos míos no se puede hacer, me siento culpable, porque una bruja venía hacia mí haciendo eses con su escoba y mirad por donde se interpuso en mi camino; sin querer la estampé contra un árbol. Bajé enseguida en forma de remolino y le pregunte -¿estás bien?-
Ella me contesto -serás bestia- ¿es que no lo ves? -No.. Quiero decir que no soy bestia, soy el viento. -Encima te ríes de mi, que cara más dura tienes. Cabeca la buena bruja paso por allí y me reconoció, se fue directamente al árbol y dijo
- Tecla en realidad él es el viento, pero hay que reconocer que tú vuelas muy mal.
-Cállate ya Cabeca y ayúdame a sacar mi cara de este agujero, que le voy a dar al tipo este un buen escobazo en su cara. -Pues lo vas a tener difícil hija mía.
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