sábado, 13 de noviembre de 2010

NUESTRAS HERIDAS

Hay quién dice, que los pensamientos si se entierran en lo más hondo de uno mismo, no producen lágrimas. Yo sé de buena tinta, quien ha enterrado pensamientos y con ellos palabras, soledad, miedos e inseguridad. He visto sus ojos no solo velados por las lágrimas, los he visto hinchados de tanto llorar. Lo que si quiero decir, que mentalmente el ser humano a veces se cae, se viene abajo, y para ser más explícita -diré- que muchos de nosotros nos hemos caído más de una vez, y solos nos hemos tenido que levantar, pues no sé puede esperar siempre, que una mano de ángel nos levante y cure nuestras heridas no sangrantes. No son físicas esto esta claro, si lo fueran, con agua oxigenada y tiritas, todo tiene cura. Es mucho peor las heridas que no salen a la luz, ellas son las que más daño producen por dentro. Pues destroza los sentimientos y a la vez poco a poco, paso a paso hieren de manera sutil hasta sentir como se nos oprime el corazón.

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