lunes, 15 de noviembre de 2010

EL ANILLO

Llevo tu anillo en mi mano,para mí, es un recuerdo de gran valor; Sé que para ti fue en su día la promesa esperada de un gran amor, que yo siempre vi en tus ojos cuando me hablabas de él. Mi tía, mi ángel, aunque hoy no estás entre los vivos, tu recuerdo perdura en mi pensamiento; entonces con pena y dulzura mis ojos se centran en el anillo. Al fijarme bien en él fuerzo mi imaginación, puedo ver vuestras caras llenas de vida e ilusión, erais dos jóvenes felices empezando con amor un camino de unión. El destino cruel se interpuso en vuestra andadura por la vida, él enfermo gravemente y su alma voló al cielo feliz , ya que el día anterior, acariciando su cara le -dijiste -vamos a tener un hijo y si es niño se llamará como tú Dionisio. Vuestro amor fue tan fuerte, tan maravilloso y tan corto, que siempre llorabas cuando me lo contabas siendo yo tan niña, por tus lágrimas sabía que sufrías y yo te abrazaba. Tuviste a tu hijo, pero después de hacer la comunión, enfermo de lo mismo que su padre, los dos te precedieron en la muerte, después con el paso de los años yo nací y tu, fuiste en esta tierra el ángel de mi vida. Te volcaste en mí cuando mi madre me pegaba, tu siempre me defendías. sería muy largo escribir todo lo que hiciste por mí, por ello siempre te estaré agradecida hasta que llegue el momento de encontrarnos. Si desde el cielo me ves, sabrás que estoy llorando. Te quiero y te quise, por ello siempre he pensado, que Dios quiso en su día que yo tuviera mi propio ángel en esta tierra. En homenaje a mi querida tía Carmen.

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