domingo, 5 de septiembre de 2010

LAS SOMBRAS DE LA VIDA

¿Quien crees ser tú, sombra sabia? Que tanteas mi mente y mi destino. ¿Quién eres tú para juzgarme e intentar cambiar mi manera de ser? Cómo eres tan curiosa, pones en una balanza el dolor de mi sombra envejecida, porque tus miedos no te dejan vivir en paz. Crees tener razón por que te crees sabia, pero en realidad, vas mal encaminada, tú no estás dentro de mi para saber como me siento, esto sólo lo sé yo. Te diré, tú no eres ni mi sombra ni mi destino, por más sabia que seas; te quedaste en un lugar donde la cara del sol te calentaba, y pudiste verte como te inclinabas. Así es como yo te veo cuando estoy a tu lado, al fin y al cabo, tu y yo tenemos la misma edad, no pierdas el tiempo en querer cambiarme, es una tontería, seguramente dentro de unos años ya no seremos ni siquiera sombras discutiendo. Sabes, te quiero y por ello te aguanto. ¡Anda déjame en paz! Quiero ser feliz mientras viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario