Hoy te he visto tomar el cuerpo de Cristo con alegría,
he sentido que mi alma con la tuya se ha unido;
que mi cuerpo tembloroso a vibrado en este día,
en el que llevas a Jesús, en tu corazón escondido.
Marc, este instante especial de tu vida,
guárdalo dentro de ti con ilusión;
recuerda siempre con cariño este día,
porque hoy has echo tu primera comunión.
En este momento feliz que disfrutamos,
lleno mi baúl imaginario de nostalgia y alegría;
de palabras dormidas, de sueños callados,
y de una ternura entre todos compartida.
Hay una esencia especial en el aire,
que respiramos todos los que aquí estamos;
es transparente como el cristal, y no la ve nadie.
Si el amor tiene olor, no se nota,
porque vuela con alas invisibles desde el cielo;
y sé que hoy te abraza y te toca,
es un ángel que ha cumplido su deseo.
Para mi nieto Marc, con todo cariño. 13- 5/2001
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