jueves, 14 de octubre de 2010

NO QUIERO PRESCINDIR DE LA ESPERANZA

Reconozco, porque mi cabeza esta muy bien amueblada, y sé que ya no soy una niña, aunque la conservo en mi interior y me hace muy feliz. Pero cuando por la mañana pongo mis pies en el suelo y me miro al espejo, veo todavía en mis ojos la picardía de la niñez, pero noto en mi cuerpo el cansancio de la vejez. Mas no me doy por vencida, el tiempo que pasa es un tesoro para mí, porque en esta etapa de mi vida puedo hacer lo que me de la gana con mi tiempo. Las personas que siguen mi blog, saben que me encanta escribir, este es el refugio dorado de mi vida. Como siempre os he contado, no pude acabar mis estudios, pero si tengo una imaginación muy grande, que vuelco en mis libros de cuentos. No penséis que mi cabeza esta siempre por las nubes buscando la fantasía, la realidad también tiene cabida en mi mente, hay que escribir de todo y cuando toca escribir la vida de tres generaciones de mi familia, también lo hago, aunque la realidad tenga trazos mas amargos. No sé si lo que escribo esta bien o lo hago mal, porque nadie me lo ha contado, solo sé que se necesita tiempo, dinero, y una madrina, para llegar a ser alguien en este camino escogido de mi vida. Pero hay tantos escritores buenos y famosos, que yo a su lado solo soy una sombra casi invisible.
Para mí el tiempo avanza, quizá más deprisa de lo que yo deseo, pero intento adaptarme a las circunstancias que me toca vivir, ¿dije la palabra dinero? y
¿Madrina?. Vaya, cuando no me toque la primitiva, lo llevo claro, pues jamás nunca me ha llegado dinero por este lado. Bueno, me queda todavía mi sueño, la fe en mi misma, y no quiero prescindir de la esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario