lunes, 7 de septiembre de 2009

Parte de un poema La vieja fábrica

Del color del Arco Iris eran mis sueños,
yo era tan joven,casí una niña, de esto hace tanto tiempo;
pero aun llevo aquellos años grabados en mi pensamiento,
el calor sofocante del verano yel frío intenso de un largo invierno.
Para mí, no todo era un camino de rosas,
empecé a volar, con mis frágiles alas de mariposa,
despistada,no podía encontrar el dulce sabor de la vida,
pero si encontré la esperanza y el calor de unas manos amigas.
Por fuera y por dentro empecé a crecer,
y apenas sin darme cuenta me hice mujer;
se imprecno mi cuerpo de aquél calor humano,
y entre las paredes de la vieja fábrica, mis sueños de niña quedaron atrapados.

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