Caminando por encima de mis sueños,
sentí la nostalgia de un pasado lejano;
hubo un tiempo, en que feliz subía unos peldaños,
en busca de un palacio de plata y oro abandonado.
Quería ser una princesa hada con alas rosas,
y me convertí en cenicienta de mis pesadillas;
el precioso palacio, perdió la alegría y otras cosas hermosas,
al fin me quede dormida, y alguien puso en mi mano unas peladillas.
Ahora era la hada nacida de mi imaginación,
medio despierta, seguí por los caminos de mi sueño interminable;
sentí frío en mi cuerpo, miedo en mi alma, que no hablaba por precaución,
yo era una niña de diez años y me convertí en una anciana adorable.
Quise andar por los caminos de este cuento o poesía,
Dos mariposas de colores, me llevaron hasta el cielo sin decir nada;
toque con mis manos arrugadas, las estrellas de hielo con alegría,
mi cuerpo no pesaba, flotaba en el firmamento y llego la madrugada.
Estaba entre despierta y dormida en mi cama,
todo fue un sueño
que broto de la imaginación de una niña anciana.
Qué bonito,Carmen,precioso.
ResponderEliminarUn besote,guapa¡