sábado, 22 de agosto de 2009

POEMA AÑORANZAS

Añoro la inocencia de la infancia,
la parte dulce de la vida;
añoro los besos de mis hijos,
Añoro la fuerza de la juventud perdida.
Mi cuerpo cansado, sigue en zigzag las huellas de mi camino,
que lleno de abrojos frenan mis pasos,
pero, sigo silenciosa la línea que marca mi destino;
porque siempre me queda ¡Amor! el refugio de tus brazos.
Mi felicidad se esconde en las esquinas de la vida,
de vez en cuando, se deja coger y yo le quedo agradecida;
hoy siento que mi alma pone voz en estas línias,
una voz entrecortada por lágrimas continuas.

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