lunes, 24 de enero de 2011

UNA PALABRA LLAMADA SOLEDAD

Soledad, no eres simplemente una palabra, ni siquiera eres una sombra en un camino. Aunque no te veo puedo adivinar lo que tú quieres, me das miedo porque no puedo escuchar tus pasos traicioneros. Sé que existes, sueles dejar el cuerpo cansado y la mente nublada a cierta edad. Yo me pregunto-¿cómo una palabra de siete letras puede reinar en tantas mentes? Eres la lucha diaria para aquél ser que se encuentra solo, que no habla con nadie, que no sale de su casa, cuando es de día, feliz espera la noche para soñar y mientras sueña, vive tiempos lejanos, en los que ni tan siquiera sabía que existía esta palabra llamada "soledad". Con miel se cazan las moscas, y ya no pueden volar. Más yo dejo que mi mente vuele muy alto, para despistar esta palabra que pesa tanto, que te encoje el cuerpo y te arruga el alma, con sólo siete letras.

martes, 18 de enero de 2011

ME LLAMAN LA SOLTERONA- 3cra parte

Esta tarde he subido a la colina, por aquél camino casi perdido entre la maleza, y aquí estoy, sola delante de aquél árbol que hicimos nuestro, la gran encina. A pesar de los años transcurridos, puede leerse en ella nuestros nombres, están muy juntos como dos amantes desafiando el paso del tiempo. Mientras las lágrimas nublan mis ojos, mi boca todavía -dice -¡te quiero!- El viento trae hasta mí un eco triste de campanas que parecen -decir - yo también.. "Te quiero".
Vuelvo al pueblo para darle mi última despedida, a mi paso descubro sonrisas irónicas, salen de las cavernas desdentadas que son las bocas de estas cuatro fisgonas del pueblo, me han cambiado el nombre, ya no me llamo según ellas Lucía, ahora soy la solterona; pero poco me importa lo que piensan ni lo que digan, las saludo y sigo mi camino. Llego a la puerta de la iglesia acompañada solamente de mis recuerdos, dentro hay una multitud de gente, entre ellos su esposa, sus hijos, y su anciano padre, que tanto tuvo que ver en nuestras vidas.
Me quedo cerca del umbral y unas palabras salen de mis labios sin emitir ningún sonido, sólo mi corazón puede escucharlas. -Adiós Francisco Javier, te llevas una parte de mí contigo, en toda la iglesia se escucha el triste tañir de las campanas que por ti, y por nuestro amor siguen doblando.

lunes, 17 de enero de 2011

ME LLAMAN LA SOLTERONA-2da parte

Empezamos a salir juntos, éramos jóvenes y nos sentíamos felices, mas con nuestra felicidad empezaron las murmuraciones. Mi madre me -decía- hija mía, mira bien lo que haces, este chico no te conviene, tiene demasiado dinero.
Pobre mamá, ella era al revés de las otras madres pero, ¡cuánta razón tenía! Al amor lo habían pintado siempre con los ojos cerrados, y así iba yo aquél verano por el pueblo, mentalmente con los ojos vendados.
Testigo de la fuerza de nuestro amor, fue la gran encina que nos dio sombra y cobijo a nuestras ilusiones, allí hicimos el amor por primera y última vez y allí quedaron escritos nuestros nombres para siempre. Alguien espiaba nuestros pasos, la verdad es que no lo sé, ni lo he sabido nunca, lo que si supe mas tarde es que su padre intervino, cambiando el rumbo de nuestros respectivos destinos.
Francisco Javier desapareció de mi vida tan rápidamente como había entrado en ella. Me enteré al verano siguiente de su boda, según dijeron se caso con una mujer muy rica que ayudó con su dote a engrosar la inmensa fortuna de que por si mismos ya tenían.
Yo fui la comidilla de la gente durante algunos años, aun hoy no me han olvidado del todo. No me he casado y a estas alturas dudo que lo haga, sin ser esposa sólo he sido mujer de un solo hombre.
Ayer me enteré por mi padre que el hombre que fue el único amor de mi vida, había muerto en un accidente de carretera, iba a gran velocidad y colisionó con un camión muriendo en el acto. Mi Francisco Javier, Dios mío.. Ahora si que le había perdido para siempre.
Aunque faltaban pocos días para las vacaciones de verano, el director del colegio fue tan amable que me dejó marchar para asistir a su entierro, y puso una maestra sustituta en mi lugar. La verdad es que yo le hablé de un buen amigo, pero quizá el leyó en mis ojos, la verdadera razón de mis sentimientos, que siempre he llevado escondidos.

sábado, 15 de enero de 2011

ME LLAMAN LA SOLTERONA - 1 parte

Hacía escasos minutos que me había bajado del coche de linea, y al respirar el aire de mi pueblo, me pareció que mis pulmones se ensanchaban y el cansancio que era mi eterno enemigo durante el curso escolar, había desaparecido.
Yo era maestra en Valencia, ejercía desde hacía algunos años,pero a medida que estos iban transcurriendo, mi hastío era más evidente cada día. Deseaba que llegaran las vacaciones estivales para marcharme al pueblo donde nací y encontrarme a mi misma.
Mi pueblo, este pequeño pueblo de la provincia de Teruel que hoy parece tan tranquilo más... no siempre fue así. Durante mi juventud tuve la osadía de enamorarme del único hombre que quizá me estaba prohibido y las malas lenguas me hicieron pagar mi atrevimiento. Él se llamaba Francisco Javier, era el señorito del pueblo, el hijo del ganadero de aquellos contornos. Yo tenía dieciocho años, él dos más que yo, nos conocíamos desde niños.
Juntos íbamos a la escuela y de adolescentes continuamos nuestros estudios en Valencia, él porque era rico y yo porque me gane una beca. A todo esto, no os he dicho mi nombre, me llamo Lucía, mi padre era pastor aunque teníamos nuestro propio rebaño de ovejas y corderos, no éramos gente de mucho dinero, mi madre se cuidaba de la casa y ayudaba a mi padre en lo que podía, se sacrificaron mucho por mí, yo correspondí acabando mi carrera de magisterio.
Francisco Javier no era muy buen estudiante, le gustaba más hacer vida de bohemio, era mucho mejor salir cada noche con sus amigos entre los cuales yo no me encontraba, a mí sólo de tarde en tarde me decía adiós al pasar por mi lado pero.. Me enamoré locamente de él. Evitaba por todos los medios posibles estar en los mismos sitios, para que él no se percatara de mi locura. Un verano del año 1958 nos encontramos en la fiesta del pueblo, allí no estaban sus amigos y por fin me miró aquella noche como nunca me había mirado.

lunes, 10 de enero de 2011

PALOMA MADRE

Mi pequeña paloma, poco a poco has tenido que dejarme sola entretejiendo los hilos de mi soledad. Tú has volado hacia tu nuevo nido donde laboras cada día, donde haces tres o más cosas a la vez, tú eres joven, decidida y valiente.
Sabes que te entiendo paloma braba, tienes solamente dos alas y mucho camino por el que volar. No sufras por mí aunque este algo sola, parte de mi vida ha sido siempre así, aunque mis sueños se los ha llevado el aire a lo alto de grandes nubes, no ha valido la pena, han sido exterminados antes de crecer, por una lluvia plateada, que mientras caía, a cada uno de ellos borraba. Desaparecieron poco a poco uno detrás de otro, dejando sólo la sombra de alguno.
Han pasado tantos años, pero como soy muy cabezona, vuelvo al principio donde empecé, dentro de mi palomar donde puedo soñar y nadie me ve.

sábado, 8 de enero de 2011

MI CORAZÓN REPARTIDO

Cataluña y Aragón
son de un mismo corazón,
y en mi caso al refranero
le doy toda la razón.
Entre mi padre y mi madre
repartí mis sentimientos,
y ellos pusieron en mi sangre
la razón de estos momentos.
Heredé de mi madre catalana
la fuerza, la voluntad de esta tierra soberana,
el tesón para el trabajo
y mi amor a la sardana.
De mi padre aragonés,
la alegría en el vivir
y la nobleza segura
de esta tierra tan bravía
que un día le vio partir.
Y así estoy, que al entrar en Zaragoza
y vislumbrar el Pilar,
mi sangre aragonesa
por fuerza a de saltar.
Y si supiera entonar,
una jota cantaría
a la virgen del Pilar.
Más si estoy en Cataluña
y en un apuro me encuentro,
a mi virgen Moreneta
le hablo en aquel momento.
Mi cuna es Cataluña,
a la que amo y venero
en la que vivo y laboro,
tu sabes ¡ay tierra mía!
lo mucho que yo te adoro.
Más guardo en mi corazón
y con orgullo lo siento,
un especial sentimiento:
"la nobleza de Áragón"
C. Sichar- Princesa de las hadas 8-1-88

lunes, 3 de enero de 2011

MI DESPEDIDA AL AÑO VIEJO

Brindo por ti viejo año de barba blanca, rey de los días del calendario,
te doy las gracias por lo bueno y por lo malo;
por la oscuridad y por la claridad,
por hacerme reír y a veces hacerme llorar.
Levanto mi copa imaginaria por ti, amigo y enemigo,
porque a la vez, así lo has sido
pero, quiero despedirme con los recuerdos de todo lo bueno,
sencillamente porque así lo deseo, y porque puedo.
Te estoy agradecida, porque he encontrado la luz entre la niebla del camino,
por ser más vieja, más cosa en tu reinado he aprendido,
me he aceptado tal como soy ¡qué no es poco!
aunque en alguno de tus meses, me he comido mucho el coco.
"Te quiero Año Viejo" y te recordaré con cierta nostalgia,
cuando el último día de tu reinado, pases tu corona al joven Año Nuevo,
Hablale de mí, de mis penas y esperanzas, para que sea un poco, sólo un poco más bueno.
Gracias viejo Año 2010 por escucharme en todo tu reinado.